“A veces no es necesario que cambien las cosas, es suficiente con cambiar la interpretación que nosotros hacemos de ellas”
Escribo sobre este tema, después de una larga conversación con un colega arteterapeuta, con quien comparto los talleres infantiles: “Cosquillas”, que llevamos desde el Centre Teràpies Ara. Él y yo estamos atraídos por temas del aprender para construir, y de como a través de la creatividad, de la palabra, de la imaginación, del desarrollo de la inteligencia emocional, del afecto y el respeto por el otro, podemos ayudar a los niños para que se inicien en este proceso de aprender a mirarse y mirar la vida, entonces, me comentaba sobre su novia japonesa para ejemplificar la actitud de esta cultura en el ámbito de la comunicación, él me decía:
“los japoneses, primero esperan que la otra persona hable, les gusta escuchar para conocer la forma de pensar del otro, luego pueden no estar de acuerdo con el argumento de la otra persona, pero HACEN SILENCIO y saben escuchar con respeto, luego es posible, que den un "si" o un “no” como respuesta, pero, cuidando la manera para no herir susceptibilidades, para ellos es muy importante aprender a discernir las cosas, muchas veces dicen “no” con una sonrisa en los labios; otra frase que dejo la conversación con mi amigo fue: “los japoneses escuchan mas y se emocionan menos”.
Es interesante ver como los temas de la comunicación humana, están ligados a la cultura y a la historia de cada persona, nos pueden ayudar a comprender como la forma de pensar que tenemos sobre las cosas, hacia los demás y las situaciones, van a determinar que interpretemos la realidad de una forma o de otra.
Me gusta el ejemplo popular de la botella que contiene una mitad de líquido: ¿Esta media llena o medio vacía? ¿Cuál es la respuesta correcta?
Entonces no hay que pasar la vida esperando que las cosas, las personas y las situaciones cambien, una vez que nosotros cambiemos nuestra forma de mirar e interpretar la vida, así mismo, empezaremos a ver la movilidad del cambio reflejada en nuestra vida, pero en todo esto hay que reconocer un aspecto muy interesante, que las cosas en las que creo son posible y las cosas en las que creo también cambian, por ejemplo, mis creencias a los 5 años de edad, no tienen mucho que ver con mis creencias a los 15 años, y mucho menos a mis 30 años, etc, entonces, el cambio ya sea el mío o el del otro, lo importante es que vayan en la dirección deseada, es por esto que algunas personas toman la decisión de ir estableciendo cambios en su vida, de acuerdo a sus necesidades, ritmo, posibilidades y deseos…
”Cambiamos sólo cuando decidimos que ese cambio nos ayuda a ser lo que queremos ser” Margaret Wheatley.
Por tanto para poder transformar nuestras vidas y nuestras relaciones lo más importante es saber sobre nuestras emociones, nuestras actitudes, nuestros pensamientos y nuestras acciones y como a través de este saber, podremos comprender la realidad, son estas algunas coartadas para ser felices.
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